Todas las aceras eran de goma
tan blanda como mi sordera
tan blanca como escarmiento
silencio
hambriento
y grasiento espacio separado de palabras casi largas
amargura de tocar el aire que se escapa
agarrado
atrapado
medio roto solo medio pero roto
¿cómo empiezo?
cómo busco las onomatopeyas y las sílabas que parezcan
parecidas al esfuerzo para nada
de frustrantes paraísos que no fueron
si no fuera dentro de tu cuerpo
entre tus piernas blandas y calientes
si no fuera porque vuelves enseguida
y a pesar de todo estás tú y yo entre tus piernas
y allí no parece un fracaso ni una estafa
aunque mi sueño
parapléjico ya después del accidente
o la vida igual tenía que pasar y la culpa
que sí es de alguien y les conozco así os pudráis
traidores de las palabras y los verbos
los adjetivos y pronombres os cagáis
en la belleza verdad desnuda gramática y veraz
ya ni honesta ni honrada ni siquiera ya fonética
y me duelen el boli y las teclas del ordenador
solo quedan
tus muslos
tu boca tus manos y tus pies
tus ojos bien abiertos tus palabras
solo me queda
escribir que te quiero y así quererte
también cuando no estás y te espero carcomido
por lo otro que era y ya no es que más quisiera
que quererlo y que fuera que pensarlo y se escribiera

Juan A. Aunión

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un bonito poema.

miga dijo...

muy muy bonito

Anónimo dijo...

me emociona el poema,me hace llorar
cada vez que lo leo