¡Pero qué burro eres!, se dijo a sí mismo con la tristeza pertinaz de las manchas de aceite en los pantalones claros. Y admitió por fin que cada vez que miraba una de esas esculturas intentaba interpretarla inmediatamente. Esto parece una oreja. Esto está claro que es una familia y esto de aquí, la cabeza, aunque por detrás tenga esos bultos tan raros. Era incapaz de concentrarse en ningún tipo de emoción, sino que tenía que comprender, equipararlo con algo que ya conociera. Sí. Esto de aquí tiene que ser una oreja, una oreja en medio de un bulto que qué sé yo...
Después, leyendo cosas de su vida y su obra que estaban escritas en las paredes, cosas como naturaleza y hombre, dualidad o mezcla, vio que había sentido simpatía por los republicanos españoles y pensó: ¡Qué majo este Henri Moore!

1 comentario:

Anónimo dijo...

es clara?!!!
pero bueno!
besitos
s.